Unicursal y Multicursal
La división más básica es, obviamente, unicursales y no unicursales. El que a ambos tipos de diseños se les denomine "laberinto" no es algo que exista en todos los idiomas. En inglés, por ejemplo, existe la palabra "Labyrinth" para referirse al laberinto unicursal, y la palabra "Maze" para referirse al laberinto no unicursal. Una vez dicho esto vamos a explicar un poco más sobre esta diferenciación.
- Trazado unicursal: Es aquel trazado en el que desde el punto de entrada hasta el centro (o el punto de llegada) no es necesario, ni posible, tomar ninguna elección durante el recorrido. En este tipo de trazado, estemos en el punto en que estemos del mismo, sabemos que las paredes que nos flanquean en algún momento pasan por el perímetro del laberinto y también por el centro sin necesidad de tomar elecciones.
- Trazado multicursal: Es el trazado en el que existe la capacidad para elegir entre distintos caminos con la posibilidad de que las elecciones tomadas no nos lleven hacia el destino o incluso nos lleven a calles muertas (callejones sin salida). En algunos de los trazados multicursales existen lo que se denominan "Islas" (secciones del trazado dentro del laberinto que no están conectadas al perímetro).
Laberintos Unicursales
Dentro de este tipo los principales tipos serían:
- Clásico: También llamado "Cretense", si bien eso no es del todo acertado. Se trata de un laberinto unicursal de 7 circuitos concéntricos. Este tipo de laberintos, independientemente del acabado final (circular, cuadrado...) están construidos todos basándose en la misma semilla (figura geométrica inicial a partir de la cual se traza el laberinto). A continuación se incluye una ilustración animada de como se forma el laberinto a partir de la semilla.
- Clásico Báltico: Este tipo de laberintos tiene dos entradas y un centro. Pese a tener dos entradas se considera unicursal ya que una vez que entras solo tienes un camino hacia el centro, donde una vez que llegas, en lugar de salir por el mismo recorrido que realizaste al entrar, continúas desde el centro para terminar saliendo por la entrada opuesta a la que entraste. Dicho así, fríamente, parece un poco lioso, pero con la imagen que pongo a continuación, así como con la imagen que tiene marcada en rojo una de las semillas posibles (imagen que he extraído de The Labyrinth Society -ver Enlaces-) creo que quedará un poco más claro.
- Tipo Romano: Lo más característico de este tipo de trazados es que se dividen facilmente en cuadrantes. La semilla es el recorrido correspondiente a uno de los cuadrantes que se une mediante un trazo a otra semilla igual. Los más comunes tienen una configuración cuadrada, pero no es la única. Según el tipo de semilla utilizada se subdividen en tres tipos: de espiral, meandro y serpentino (en ese orden en las ilustraciones inferiores).
- Tipo Medieval: Esta es, junto con la del tipo clásico, la configuración de trazado más reconocible a simple vista. Y ello pese a que no existe un estándar en lo que refiere a forma externa (ya que pueden ser cuadrados, circulares, poligonales...) ni en cuanto al número de circuitos (si bien lo más común tengan entre 6 y 11 circuitos). El número de circuitos y la configuración externa pueden variar, pero la configuración en cuadrantes, menos rígida que la del tipo romano, es fácilmente reconocible. Es también en esta época cuando se introducen los "bastiones" (que consisten en, por decirlo de algún modo, deformar cuatro esquinas opuestas del trazado del laberinto y formar figuras aparte con ellas; todo ello manteniendo el recorrido del circuito).
- Actuales (hay quien los denomina Contemporáneos): Hoy en día existe una gran variedad de diseños, tanto se realicen con fines espirituales como con fines más decorativos. Quizás ya no se busca tanto un aprovechamiento del espacio para incluir el máximo recorrido posible, y se busca otro tipo de cuestiones más simbólicas y estéticas. A continuación pongo la imagen del "Heart Labyrinth" de Marty Kermeen y Jeff Saward que es un claro ejemplo de estética temática conjugada con el laberinto.
Por supuesto el "Hearth Labyrinth" es un caso muy concreto, pero sirve como claro ejemplo de lo que quería decir de la conjugación entre temática y laberinto. Este laberinto es de doble entrada (como los que habíamos visto en el tipo clásico báltico).
A poco que veamos unas cuantas imágenes de laberintos en internet podemos entrar ejemplos como los que incluyo abajo, que utilizan recursos tanto de laberintos unicursales medievales, como elementos de imaginería de otras culturas. La creatividad estética llega al mundo del laberinto unicursal.
A poco que veamos unas cuantas imágenes de laberintos en internet podemos entrar ejemplos como los que incluyo abajo, que utilizan recursos tanto de laberintos unicursales medievales, como elementos de imaginería de otras culturas. La creatividad estética llega al mundo del laberinto unicursal.
Dejando aparte tendencias creativas, otra corriente actual tiende a utilizar el laberinto "tipo Chartres", bien con sus once circuitos, bien reduciendo el número de los mismos, o laberintos de estilo muy medieval. Esta corriente, por lo general, es tendente a la utilización del laberinto como "tecnología espiritual".
Laberintos Multicursales
La explicación más simple de que es un laberinto multicursal es sencilla: un laberinto en el que te puedes perder. Estos laberintos, a diferencia de los unicursales no poseen un único recorrido (o dos recorridos inevitablemente conectados) sino que las decisiones que se tomen en las bifurcaciones pueden hacer que se llegue al objetivo o no.
Un primer modo de clasificación hace referencia a la estructura básica del recorrido. Por este modo de clasificación encontramos dos tipos:
Laberintos Multicursales de Conexión Simple
Estos laberintos fueron los multicursales más extendidos. Independientemente de lo complejo que sea el diseño, existe una forma de resolución muy sencilla (bueno, para el que la conozca) que vale para todos ellos, que es colocar la mano en una de las paredes y avanzar siempre sin despegar la mano de la misma. Símplemente con eso se llega al centro u objetivo, si bien probablemente después de caminar mucho más que si conociendo el recorrido se realizase "a mano alzada", pero como no se suele conocer el camino este método evita perderse.
Este método de resolución es posible por la "conexión simple" de sus recorridos: el centro u objetivo se encuentra rodeado de una sección de pared que tarde o temprano, y a través de la conexión con otras paredes lleva hasta el perímetro (ojo, no confundir con lo que dijimos anteriormente de los unicursales, ya que aquí no se trata de la misma pared todo el rato sino que el recorrido incluye paredes de distintas "secciones"). Como ejemplo tomemos un laberinto sencillo (para que se pueda realizar la comprobación) como es el del Palacio de Justicia de Hampton.
Un primer modo de clasificación hace referencia a la estructura básica del recorrido. Por este modo de clasificación encontramos dos tipos:
- De conexión simple
- De conexión múltiple
Laberintos Multicursales de Conexión Simple
Estos laberintos fueron los multicursales más extendidos. Independientemente de lo complejo que sea el diseño, existe una forma de resolución muy sencilla (bueno, para el que la conozca) que vale para todos ellos, que es colocar la mano en una de las paredes y avanzar siempre sin despegar la mano de la misma. Símplemente con eso se llega al centro u objetivo, si bien probablemente después de caminar mucho más que si conociendo el recorrido se realizase "a mano alzada", pero como no se suele conocer el camino este método evita perderse.
Este método de resolución es posible por la "conexión simple" de sus recorridos: el centro u objetivo se encuentra rodeado de una sección de pared que tarde o temprano, y a través de la conexión con otras paredes lleva hasta el perímetro (ojo, no confundir con lo que dijimos anteriormente de los unicursales, ya que aquí no se trata de la misma pared todo el rato sino que el recorrido incluye paredes de distintas "secciones"). Como ejemplo tomemos un laberinto sencillo (para que se pueda realizar la comprobación) como es el del Palacio de Justicia de Hampton.
Laberintos Multicursales de Conexión Múltiple
En estos laberintos la técnica de la mano en la pared es inútil ya que incluyen islas (recordemos: secciones del trazado dentro del laberinto que no están conectadas al perímetro) que harían posible estar dando vueltas sobre un mismo trazado en un bucle contínuo o incluso llevarnos de vuelta fuera del laberinto. Vease como ejemplo el trazado del laberinto de Leeds, donde se puede verse que si colocamos la mano en cualquiera de las paredes al entrar, tras mucho andar terminamos saliendo por donde entramos sin haber pasado por el centro. Las zonas azules son "islas", y como vemos la pared que rodea la zona central no tiene conexión con el perímetro.
El primer laberinto de este tipo del que se tiene constancia documental es el de Chevening House, construído en 1820. Como antes, se incluyen ilustraciones de los trazados de ambos para quien sea dado a las comprobaciones.
Otros tipos de clasificación tiene en cuenta cuestiones como: al aire libre o no, materiales de construcción (son muy conocidos los de espejos), interactividad en los mismos, con o sin paredes móviles... todo lo que se quiera, pero los trazados de casi todos ellos tarde o temprano terminan encajando en ser de conexión simple o conexión múltiple. Y digo "de casi todos ellos" porque en el último cuarto del siglo XX han surgido los laberintos de "movimiento condicionado" que voy a poner como una tercera categoría dentro de los multicursales, pero que algunos podrían pensar que no encajan del todo como laberintos.
Laberintos de Movimiento Condicionado
Son aquellos trazados en los que el siguiente paso que de quien los recorre (o las elecciones de las que dispone) no vienen dadas por el trazado del laberinto sino por instrucciones que se encuentran en el mismo. En la foto de abajo se puede ver en el ángulo inferior izquierdo un pequeño "laberinto" (diseño de Adrian Fisher) de este tipo, donde en cada casilla hay un número escrito. Las instrucciones dicen que una vez que estas en una casilla tienes que avanzar, en la dirección que quieras, el número de casillas que se encuentra reflejado en el suelo; con lo cual llegarás a una nueva casilla con otro número, etc, etc. ¿Puede esto considerarse un laberinto? Yo creo que sí, pero he hablado con gente que no comparte esta idea.
Laberintos de Movimiento Condicionado
Son aquellos trazados en los que el siguiente paso que de quien los recorre (o las elecciones de las que dispone) no vienen dadas por el trazado del laberinto sino por instrucciones que se encuentran en el mismo. En la foto de abajo se puede ver en el ángulo inferior izquierdo un pequeño "laberinto" (diseño de Adrian Fisher) de este tipo, donde en cada casilla hay un número escrito. Las instrucciones dicen que una vez que estas en una casilla tienes que avanzar, en la dirección que quieras, el número de casillas que se encuentra reflejado en el suelo; con lo cual llegarás a una nueva casilla con otro número, etc, etc. ¿Puede esto considerarse un laberinto? Yo creo que sí, pero he hablado con gente que no comparte esta idea.